miércoles, 27 de enero de 2016

Violencias

Vivía en un edificio con un portero muy insoportable, machista, y metido. Cruzarlo era escuchar todas las estupideces juntas. Charlas vacías y de pasillo, clima, inseguridad, yo siempre yendome. Me tocaba escuchar cosas como, "A ustedes por lo menos las violan y listo, a nosotros directamente nos matan". Creo que eso fue lo ultimo que escuche, porque le respondí tan horrible que me empezó a tratar distante, por suerte.
Al tiempo, viviendo en el mismo edificio, salí como a las 10 de la noche a pasear a la perra. Se me acerco un chico en bicicleta, me pidió que le diera el celular, se lo dí. Sí, me lo pidió. Me dijo: "Dame el celular", y yo se lo dí, super obediente. Respondí Ok, ya está, andate, listo, chau, se acabo. Para él No. "Quedate quietita y dejame tocarte un poquito", me dijo. Pero yo salí corriendo. Y corrí muy rápido. Me olvide a había salido con la perra, y todo había sido tan rápido que ella estaba inmutable, y quieta en el mismo lugar. Le grite y vino corriendo. Corrimos juntas una eterna cuadra hasta casa, entramos y lloré.
Esto nos bancamos las mujeres muchas veces y no es nada comparado con otras situaciones. Nada.
Crecí en una familia donde las mujeres son muy importantes.
Las mujeres de mi familia brillan. Van un paso adelante. Siempre transgreden, se plantan, hacen, deshacen. Organizan y desorganizan. Discuten, pelean, arreglan y desarreglan. Son protagonistas siempre.
Cuestan algunas cosas.
Tengo un trabajo culturalmente de hombre, que me encanta. Prefiero cambiar lamparitas y coleccionar destornilladores que limpiar y cocinar. No creo que tenga que explicar nada. Es así. Tengo un destornillador y un lapiz de labio en la cartera, y muchos se sorprenden. Siempre quiero arreglar lo que esta roto. ¿Pero cuál hay? ¿Qué tiene? Soy mujer, y una mujer de puta madre. Uso polleras, escotes, calzas, porque me gusta. Es increíble que todavía haya quienes piensan que es para que me miren. No chicos, es porque me gusta.
Y muchas veces les tengo miedo. Sí chicos, a ustedes. A que me miren de más, a que me toquen de más, a que caminen atrás mio, a que piensen que los estoy histeriqueando, a que me quieran coger y desaparecer. Sí, desaparecer, también es violento.

1 comentario:

Sole P dijo...

Tal cual.
A mí particularmente me parecen muy cómodas las calzas, para hacer actividad física, para andar, para lo que sea. Y perdón si tengo un culo enorme que se ve mucho. No es mi culpa.