lunes, 30 de julio de 2012

Crujen los maderos de viejos andenes...

Cuantas veces pasa que hay cosas que queremos cambiar, las pensamos, le damos vuelta, lo enroscas, lo desenroscas, accionas, haces las cosas de otra manera, y te das cuenta al fin y al cabo, que solo cambiaste el escenario. Todo el resto sigue igual.

A veces ni eso... a veces solo te quedas con el "esto no lo quiero más", pero no haces nada. Por ejemplo: dejar de fumar. El que fuma entendera, que uno siempre recuerda las ganas que tiene de no fumar más cuando va al quiosko y dice "Hola, me das un phillip comun?. Y ahi decis, NOOOO, bueno, otro día.
"Necesito una ultima vez", pasas un tiempo pensando, es la ultima y listo, nunca más, se termino. La despedida. Y alucinas mil cosas con esa despedida, y después bla... termina siendo una más... Aunque sea la gran despedida o no. Casi siempre, volves a caer en el mismo circulo. El mismo puto circulo. Que en un punto disfrutas, en un punto? Bueno... quizas en varios.

De estos escenarios hay miles.
Así podría poner muchos ejemplos, me pasa seguido. A veces pretendo hacer cosas que sola no puedo, o que pedir ayuda no sería tan terrible, o haces cosas más dificiles, pero esas no podes. Y te encaprichas en que lo tenes que hacer sola y lo planeas meticulosamente, con fechas, horarios, lista de materiales, presupuesto, etc.
Y te metes en la cabeza, esta vez, no voy a pedir ayuda, lo voy a hacer sola! Sí! dale! que genial! vos podes!
-Hola Pa?